Disfruta de la magia, disfruta de los momentos. ¡Feliz Navidad!

Reencontrarse con aquellos a quienes hace tiempo que no vemos, pero también con aquellos a los que, aun estando cerca, tenemos algo descuidados.

Ilusionarse al recibir la postal navideña escrita a mano, llena de faltas y de corazones pintados con rotuladores de purpurina, que con tanto esmero ha hecho para ti tu sobrina.

Ver que vuelves a creer de nuevo en los Reyes Magos cuando desenvuelves un paquete que contiene ese regalo que nadie sabía que querías. O eso pensabas.

Recrear la receta de los canelones que hacía la abuela, o mamá, sabiendo que, aunque no serán los mismos, te sabrán a nostalgia y a recuerdos bonitos.

Escuchar las historias que siempre cuentan papá y sus hermanos, de cuando eran chiquillos, y sonreír de oreja a oreja como si las estuvieran explicando por primera vez.

Tener la certeza de que vas a probarte todo el armario, de que te va a pillar el tiempo con los regalos -como siempre- y de que tu hermana pequeña va a llegar la última a la cena -también como siempre-.

Disfrutar -tú, que odias las panderetas, las zambombas y la cuchara rascando la botella de anís- de los villancicos que se improvisan en la sobremesa.

Emocionarte cuando ves que tu hijo, que apenas sabe agarrar con fuerza un lápiz todavía, ha escrito él solito todo lo que va a pedirle a Papá Noel. Más o menos.

Saber que a la abuela siempre le va a parecer que hay poca comida y estar seguro, también, de que no sales por esa puerta sin un tupper “para mañana, que has comido poco”.

La Navidad está llena de oportunidades, de momentos. Momentos nuevos y momentos que se repiten, pero sean como sean, son los que dan sentido a aquello de “la magia de la Navidad”.

Disfruta de la magia, disfruta de los momentos.

¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!